Hoy todo puede ser móvil, barcos zarpan de china con materia prima y llegan a su destino con productos terminados, una persona tiene a su cargo una región, inversiones van y vienen de un continente a otro.
La tecnología nos permite estar conectados 24/7, las diferencias horarias dejan de ser una barrera y la velocidad de respuesta es, cada vez, mayor. Esto resulta en barreras poco claras entre el tiempo personal y el trabajo. Sí, llevamos el trabajo a todas partes pero también podemos tomarnos una tarde libre sin temor a que se “desplome” la oficina.
En este mundo “para llevar” el tiempo se comprime y juega a nuestro favor. Las organizaciones que sean capaces de manejar esta dinámica tendrán una gran ventaja, si poseen talento y creatividad el éxito está prácticamente asegurado.
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