martes, 31 de mayo de 2011

Hacer relaciones públicas no es convocar.

Es común pensar que el trabajo de un PR es sólo convocar y es todavía más común pensar que alguien que sólo se dedica a convocar es PR. Un publirrelacionista tiene como principal objetivo construir una buena relación entre una marca y su target a través de terceros.

Entonces, pensando como la mayoría, una persona sólo puede hacer relaciones públicas si el target forma parte de su agenda. Falso. Si en la estrategia no hay eventos que requieran de una convocatoria podría realizar su trabajo exitosamente y de haberlos, se podría contratar a un convocador para ese grupo específico.

Esto último es también muy importante, de nada sirve una interesantísima base de datos del Distrito Federal si se tiene un evento en Monterrey. Es más, de poco sirve una base de datos si los invitados no tienen ni idea de quién los está invitando, es probable que poca gente confirme al evento.

Un evento de marca puede estar muy bien producido pero no funciona si no hay convocatoria, es un desperdicio si no es la adecuada, es aislado si no hay prensa que lo cubra y no construye si no forma parte de una estrategia.

Bajo esta óptica, un PR es un estratega que se alinea a los objetivos de marca y un convocador responde a la tarea específica de llevar a la gente adecuada cuando se le solicita. Para obtener los mejores resultados ambas partes son vitales.

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