Un platillo lleno de
historia y sabor, de Puebla para el mundo y de Angelopolitano para la Ciudad de
México.
Fueron las monjas agustinas
del Convento de Santa Mónica las encargadas de elaborar el platillo que hiciera símbolo de la bandera mexicana y al estado de Puebla. En 1821, los insurgentes habían ganado ya la guerra
de independencia de México, y se dirigían entonces a la ciudad de Córdoba,
Veracruz para firmar el Acta de
Independencia representados por su caudillo, el general Agustín de
Iturbide, hizo escala en la
ciudad de Puebla para celebrar el triunfo y se hicieron lo que ahora se conoce
como chiles en nogada.
Para
el banquete se mandaron a hacer más de 10 platillos diferentes a distintos
conventos, pidiendo a las monjas agustinas, el platillo conocido como ‘Chiles
rellenos bañados en salsa de nuez’, receta que existía desde 1714 y que por su
preparación, se habían hecho famosas. Al saber ellas sobre la nueva bandera de
los Insurgentes, decidieron adornar éste platillo con el color verde el color
rojo de las semillas de la granada, sobre la salsa blanca de la nogada.
Es considerado un platillo de
temporada, ya que la salsa de nogada lleva nuez de castilla y granada que
se cosechan de julio a septiembre, es un plato complicado que requiere
alrededor de 50 ingredientes para su preparación. Un platillo que encontraras
todo el año dentro del menú de Angelopolitano, y que no puedes dejar de
disfrutar esta temporada.
Los chiles en nogada es uno de los platillos
típicos de nuestra gastronomía mexicana, ha sido llamado el platillo poblano
por excelencia junto con el mole, considerados internacionalmente como uno de los
más finos y representativos de la alta cocina mexicana; es por eso que no puede
faltar en el mejor restaurante de comida poblana “Angelopolitano” donde podrás
disfrutarlos en sus tres diferentes versiones: tradicional, cordero y nuez de macadamia.
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