El trabajo de un publirrelacionista es lograr que los
mensajes claves de una marca se transmitan al público quien es, a su vez, ya su
mercado o uno potencial y/o meta. Para lograrlo, las estrategias que se labran
y el conocimiento sobre el cliente se vuelven los fundamentos para poder
realizar, siempre con creatividad, las actividades necesarias para alcanzar un
solo objetivo: hacer de nuestro representado el mejor en su rubro.
Es por lo anterior que sentar metas claras y
delimitadas, y, por supuesto, apegadas a
las realidades actuales de la industria, la sociedad, entre otros ambientes; se vuelve la segunda tarea -después de conocer al cliente y sus
necesidades- antes de poder labrar las estrategias. Prometer y no cumplir, o
exacerbar los posibles logros o desafíos, son males que aquejan frecuentemente
a los dedicados a las relaciones públicas.
La honestidad, franqueza, además del pensamiento fuera de lo
común y la búsqueda de soluciones inmediatas son las fortalezas de toda agencia
o agente dedicado a las RRPP. La verdad siempre será la mejor arma, tanto con
el cliente como con su mercado. Robert Kennedy, uno de los mejores
publirrelacionistas políticos de la historia, lo demostró durante la crisis de
la Bahía de Cochinos en los 60’s; y su ejemplo, extrapolable a cualquier
sector, debe de permanecer en la mente de cualquier dedicado a esta profesión.
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