jueves, 11 de julio de 2013

Modesto y honesto: el publirrelacionista.

El trabajo de un publirrelacionista es lograr que los mensajes claves de una marca se transmitan al público quien es, a su vez, ya su mercado o uno potencial y/o meta. Para lograrlo, las estrategias que se labran y el conocimiento sobre el cliente se vuelven los fundamentos para poder realizar, siempre con creatividad, las actividades necesarias para alcanzar un solo objetivo: hacer de nuestro representado el mejor en su rubro.
Es por lo anterior que sentar metas claras y delimitadas,  y, por supuesto, apegadas a las realidades actuales de la industria, la sociedad, entre otros ambientes;  se vuelve la segunda tarea  -después de conocer al cliente y sus necesidades- antes de poder labrar las estrategias. Prometer y no cumplir, o exacerbar los posibles logros o desafíos, son males que aquejan frecuentemente a los dedicados a las relaciones públicas.
La honestidad, franqueza, además del pensamiento fuera de lo común y la búsqueda de soluciones inmediatas son las fortalezas de toda agencia o agente dedicado a las RRPP. La verdad siempre será la mejor arma, tanto con el cliente como con su mercado. Robert Kennedy, uno de los mejores publirrelacionistas políticos de la historia, lo demostró durante la crisis de la Bahía de Cochinos en los 60’s; y su ejemplo, extrapolable a cualquier sector, debe de permanecer en la mente de cualquier dedicado a esta profesión.

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