jueves, 30 de agosto de 2012

#HackearonMiCuentaDeTwitter… Pero tengo más followers.


Que accedan a una cuenta privada extraños y escriban cosas desagradables suena, sin duda, a un crimen (aunque no lo sea); pero bien se dice que a veces las bendiciones van disfrazadas de maldiciones. En otras palabras, no siempre lo que parece una mala noticia es tal. Para ejemplo, un click.

Existen casos documentados en Twitter, la red social más rápida del oeste, en donde empresas para las que el número de seguidores es importante, y que han visto sus cuentas hackeadas, han incrementado vertiginosa y voluminosamente la cantidad de los mismos. A pesar de que los tuits no han sido decorosos, los mismos han traído atención y, por ende, han aterrizado el nombre de la compañía en el timeline de más usuarios.

Si bien el botón de “dejar de seguir” no deja de existir, llamar la atención en esta red social es más complicado de lo que parece. Cabe resaltar que, por ejemplo, para una empresa joven, este acto de suplantación de la identidad podría resultar fatal; así que no es la idea más brillante que una estrategia de este tipo nazca desde dentro de la misma. Sin embargo, y como ejercicio creativo, es de llamar la atención qué habría hecho el reconocido padre de las RRPP, Edward Bernay, con Twitter, cuando él siempre expresó que “mientras tengas a la gente hablando de ti, no importa lo que de ti digan”. 

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