jueves, 1 de septiembre de 2011

Seamos patriotas

Por @desubikarla


El texto que publica Luis Muñoz Oliveira en CAMPUS Milenio Sartre, la fraternidad y María- me conmovió mucho y me pareció necesario intentar, con mucho menos maestría, construir sobre sus letras.

Hace un par de semanas les conté que mi sobrina es hoy un milagro, de cómo pasamos de esperar su, en ese momento, inminente muerte a celebrar su cumpleaños 1 y 2. Hoy Anita está completamente limpia y sigue su tratamiento oncológico satisfactoriamente. Camina paso a paso hacia un futuro que antes se pensaba inexistente.

En su texto, Luis relata cómo un grupo de personas reunidas en un hospital esperábamos en tensa calma el resultado de la operación de nuestra querida amiga y como bien dice “también para darnos esperanzas unos a otros, así comienza la fraternidad”. Ese día hubo lágrimas de alegría y abrazos de felicidad, cambiamos de un panorama desolador a uno lleno de esperanza.

Efectivamente, las tragedias nos hacen más humanos, nos ponen frente a una realidad en la que nos reconocemos vulnerables. Desde esa vulnerabilidad SOMOS, dejamos la máscara a un lado, esa coraza con la que solamente PARECEMOS.

Con todo esto quiero decir que en medio de la tragedia que vive nuestro país, habría que hacerla propia; de cada uno. Hacer (y voy a hablar en primera persona porque sólo así me hago responsable) mío el dolor de la madre que tiene secuestrado a su hijo, mío el dolor del padre que ya enterró al suyo, mío el dolor del hermano que siente impotencia por la vileza en la que perdió a su hermanito, mío el dolor del hijo que no tendrá otro beso de las buenas noches. A ver si así, apropiándonos del dolor ajeno, comenzamos a SER mejores mexicanos. El dolor es de todos, México –entero- duele.

En mi experiencia, los panoramas cambian, los milagros ocurren, el amor y la fraternidad curan. Seamos patriotas y reflexionemos en este llamado “mes de la patria“, pensemos cómo podemos construir un presente que nos llene de orgullo y no de vergüenza. Porque sonreír y decir: no gracias a la niña en el semáforo es mejor que agitar la cabeza y evadir su mirada. Porque ceder el paso a un peatón es mejor que aventarle el coche. Porque aceptar una multa es mejor que ofrecer mordida.

Me sumo a la petición de América Pacheco en su carta abierta a Felipe Calderón en Animal Político y a la de Luis Muñoz. No celebremos la noche del 15 de septiembre, no acompañemos a una clase política que NO nos representa. Mejor, pensemos cómo podemos hacer el milagro, cómo cambiamos ese futuro que se ve desolador por uno lleno de luz, cómo haremos para merecer un México mejor. Sin duda, hoy tenemos el que nos merecemos, aunque no nos guste.

1 comentario:

  1. Karla, me gusta mucho como escribes y me gusta lo que expresas, entiendo tus pensamientos acerca de hacer nuestro el dolor de cada mexicano que lo ha sufrido, eso es necesario para ser mejores, solo así podremos comprender lo que sucede en realidad, desde nuestra relativa seguridad, es la manera en que podremos actuar y no ser solo espectadores, creo que el inicio de la corrupción puede ser tan simple como el dar una mordida, y que el inicio de la responsabilidad y la honestidad es pagar una multa, ésto solo como ejemplo de los muchos actos cotidianos que significan lo mismo, aplaudo tu propuesta.
    Solo quiero decir que difiero en un punto, la celebración del 15 de septiembre, no lo veo como acompañamiento a la clase política, yo veo ésta celebración como el celebrar que habemos millones de mexicanos que somos buenos mexicanos, que merecemos una vida segura y digna en nuestro país, el no celebrarlo me parece que es caer en el juego de los "malos", no tiene derecho de quitarnos también esto, nuestro país necesita momentos nuestros de algría, de union, de celebración, y que mejor que el día en que todos ó casi todos los Mexicanos nos unimo a celebrar a nuestro país, que también nos ha dado mucho.
    Te mando un beso

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