Por José Manuel Borbolla
Hace algunos años, y gracias a uno de los mejores publirrelacionistas de productos de consumo que ha dado el país, Rodrigo Peñafiel, las marcas empezaron a hacer de los eventos, una de las herramientas de promoción más utilizadas dentro de la rama de PR. Como toda buena moda, cayó en un abuso exagerado, siendo México uno de los países con más eventitis del mundo, haciendo que perdiera gracia, interés y, sobretodo, alcanzar el objetivo de generar reales impactos y experiencias.
Siempre he tenido esta discusión con los clientes. A muchos se les hace súper in, todavía, hacer eventos hasta por la apertura del sobre, cuando la tendencia es la exclusividad y el trato personalizado. Menos siempre será más. O qué acaso, ¿no es mejor gastar toda la lana de tu presupuesto en un momento que realmente le deje algo a tu invitado?, ¿no es mejor consentir a uno indicado con los recursos con los que consientes a 10 canaperos que olvidarán tu evento con el del día siguiente y peor aún, que ni siquiera tienen el dinero para comprarte?
Toda esta reflexión no es porque me haya peleado con alguno de mis clientes en su terquedad por hacer “el” evento; si no porque el sábado asistí a uno de los pocos eventos que realmente te dejan marcado, por lo que realmente cometió su objetivo, sorprender a sus asistentes y crear fidelidad en sus consumidores.
Estoy hablando de Moda Nextel con Oscar de la Renta. Tuvo lugar en la Plaza de Toros México, donde clientes y usuarios de la marca fueron recibidos en el ruedo con unas mini botellas muy coquetas de Perrier Jouët para después disfrutar de un muy buen desfile, con modelos que no me parecieron a la altura, y una cena de gala en honor al consagrado caribeño. Vimos gente muy importante del mundo de la moda como Eva Hughes, Mar Abascal, Lucy Lara, Clara González, Oscar Madrazo y Mauricio Valdespino. También mucho canapero, sorry, “socialités” y por supuesto los guapísimos anfitriones Lisette Trepaud y Peter Foyo.
Sin duda lo que más me gustó fue la invitación del memorable diseñador dominicano a conocer un México que es seguro, y muestra de ello, que un día antes había estado caminando en Garibaldi y en ningún momento se sintió en peligro. Qué aplaudible de un extranjero animarse a hacer algo que muchos de nosotros no hacemos por estar en línea con el “la gente bien no va al centro”, cosa que es de hueva y pretenciosa. En experiencia propia, la única vez que he sido asaltado en esta ciudad fue en la esquina de Prado Sur y Reforma, o sea, en las mismísimas Lomas.
Otro aspecto que me pareció de 10 fue que verdaderamente fue una gala, donde todo mundo le echó ganas y rompió mi paradigma donde los mexicanos somos apáticos ante éste tipo de eventos de esmoquin y largo. Muy bien a todos los invitados que no sólo respetaron un dress code, sino que también hicieron que el evento luciera y fuera ad hoc con la ocasión.
Pasando a otros asuntos, esta semana se lanzó PlayBook en México, el primer tablet profesional del mundo. BlackBerry hizo un evento en el Hilton para presentarlo e invitar a la gente a vivir la experiencia, la cual, superó mis expectativas. Tiene puerto usb, es multitask, de un tamaño bastante portable (cabe en la bolsa externa del saco), se sincroniza solita con tu dispositivo y lo mejor, es compatible la navegación con el mismo plan de tu BlackBerry, o sea, no tienes que comprar un plan aparte para poder disfrutarla.
Al evento asistieron Vielka Valenzuela, Oscar Madrazo, Shanik Aspe, Billy Rovzar (quien estrena la nueva versión de Spider Man en Broadway), el guapísimo que casi me desmayo al ver lo sexy que es en persona, John Paul Ospina, Liliana Sada, Ernesto Ibarra, Leonardo de Lozanne, Martha Guzmán, Miguel Rodarte, Adrian Uribe, El Burro y el recién estrenado como escritor, Felipe Fernandez del Paso.
Y continuando con el marco de celebración de la llegada de la PlayBook, BlackBerry de Telcel ofrecio una fiesta en la Casa de la Bola, la cual fue transformada en el BlackBerry city. Hace mucho no me impresionaba el montaje de un evento, un sky line enmarcaba la fiesta a la que asistieron Silvia Navarro, Monserrat Olivier, José Ron, Yolanda Andrade, Angie Tadei, Melissa López, Eiza González, Chema Torre, Bárbara Coppel, Vanessa Huppenkothen y el guapísimo futbolista, Carlos Vela. Sin duda, lo mejor de la fiesta fue DJ Martial, quien vino desde Nueva York para ponernos, literal, a todos a bailar. Cosa que en este tipo de eventos es rarísimo que suceda, por muy buena que esté la música.
En fin, de todos los eventos que hubo en los últimos 15 días, fueron los que en mi opinión valieron la pena y cumplieron sus objetivos porque tenían una estrategia detrás y por lo tanto, un fin.
Invito a todos mis colegas a reflexionar un poco y hacer cosas que realmente valgan la pena hacer, no sucumbir por ganar un dinerito extra a berrinches de un cliente, pero sobretodo, a ponerse la camiseta de las marcas que representan y buscar el bien real de las mismas con una estrategia bien pensada, armada, ejecutada y monitoreada.
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