Publicitar una marca en medios masivos implica una suma importante de dinero, por eso cuando un producto lo hace es celoso de su material y cuida de no dar publicidad a ningún otro. Vemos comerciales en los que la ropa deportiva tiene parches sobre el logotipo (por muy pequeño que sea), se cambian etiquetas si aparece algún producto de limpieza o aseo personal, se evita a toda costa que se vea otra marca.
Hay 2 logotipos que aparecen sin ningún recelo al final de los comerciales, en las carteleras y en los anuncios impresos. Hablamos de los logos de Twitter y Facebook. Millones de dólares en publicidad gratuita.
Películas, tiendas departamentales, periódicos, marcas de ropa y un sin fin de productos nos informan que están en redes sociales utilizando su iconografía, para después pagar a Facebook para insertar un baner. Si alguna marca pagara por una página en una revista y después anunciara en televisión que está en tal revista parecería una broma. Está pasando lo mismo con los medios sociales y lo vemos muy natural.
Hay marcas que le invierten a la publicidad de sus redes sociales pero no invierten en tener a alguien capacitado. Marcas que no se han dado cuenta que les puede salir carísimo. Es como si te regalan una cena en algún restaurante y la comida o el servicio es malísimo. Primero, no vuelves al restaurante y segundo, culpas a quien te regaló dicha cena.
La publicidad de las redes sociales sólo deberían hacerse cuando se está seguro de que se tienen los recursos necesarios para admnistrarlas.
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