El pasado lunes se trató la primera “c”, la comprensión de las necesidades, que es el primer paso para lograr una estrategia de RRPP exitosa. Hoy toca el turno al segundo paso y “c”: la creación y planificación de la estrategia. Para llegar a esta no solo se necesita un bien cimentado primer paso, sino un equipo con creatividad el cual sea capaz de aportar a la estrategia y ayudar a delimitarla, creándola desde el principio con un diferenciador característico.
Sin embargo, la creatividad no servirá de nada si los miembros del equipo no han llegado bien preparados a la junta de “lluvia de ideas”, y con la mente bien aterrizada en lo que se quiere lograr de la forma más eficiente y siempre pensando en la eficacia de la misma (la eficiencia y eficacia en las RRPP la trataremos el jueves próximo). Teniendo estas dos variables, se podrá llegar a una estrategia blindada y bien planificada, la cual permitirá clarificar los objetivos y delimitar los mismos.
Al final, donde la estrategia rendirá cuentas será en las metas que alcancen sus objetivos. Por lo anterior, estas deberán ser siempre medibles (lo cual es parte de la eficacia) y capaces de entregar un resultado tangible (física o no físicamente) para el cliente y el equipo mismo. Un punto bastante olvidado y que frecuentemente se deja fuera es el de la prevención. La existencia del famoso “plan B” o “si pasa X, aplicar Y” es necesario para la consecución de un buen planteamiento estratégico; logrando, como se mencionaba antes, crear un plan a seguir “a prueba de balas” y listo para ir a la antesala del final, la tercera “c”: cumplimiento de la estrategia, de la cual hablaremos el próximo lunes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario